“LOS PADRES - MADRES DE FAMILIA Y LOS MAESTROS EN LA ESCUELA SON MARAVILLOSOS, CADA UNO EN SU LUGAR”.
Desde la perspectiva de la Pedagogía Sistémica, tenemos que aplicar el sentido común, situación que va a depender mucho de cómo fue criado cada uno. Como representante de una institución educativa, debo conocer el antecedente familiar de cada uno de mis estudiantes y de mis trabajadores para poder saber por qué actúan de determinada manera. Yo no puedo juzgar, sólo tengo que confiar.
Dentro del ámbito escolar, es de suma importancia el vínculo que se debe generar entre los padres y madres de familia, los maestros, la institución y los estudiantes, para que este lazo funcione de manera armónica y adecuada. Para ello es imprescindible que las personas que somos parte de las comunidades educativas, comencemos a trabajar bajo el siguiente enfoque: “ LOS PADRES - MADRES DE FAMILIA Y LOS MAESTROS EN LA ESCUELA SON MARAVILLOSOS CADA UNO EN SU LUGAR”.
¿Cuál es el lugar de los Padres y Madres de familia? En primer lugar, los docentes debemos tener muy claro que cada padre y madre tiene su manera de criar y educar a sus hijos, situación ante la cual debemos ser muy respetuosos, porque nadie más que ellos, sabe cómo debe hacerlo con sus hijos para que su dinámica familiar funcione. Por esta razón, es que los maestros, ante las situaciones familiares de nuestros estudiantes, no debemos juzgar el cómo los padres y madres lo están haciendo, porque allí no está el lugar desde el cual a nosotros nos corresponde trabajar. Los docentes debemos considerar, que de la manera como lo hagan los padres y madres está bien, es fundamental que como educadores no juzguemos y pensemos que ellos lo están haciendo mal, porque de inmediato entramos en un conflicto.
¿Qué sucede con los padres y madres que acuden insistentemente a la escuela de sus hijos, ya sea para reclamar o para monitorear el trabajo que se está haciendo con sus hijos? A este tipo de representante, se le trabaja muy bien, cuando al estar frente a ellos, nosotros, los docentes, asumimos un papel amoroso y los dejamos de ver como el papá o la mamá “fastidiosa” que viene a indagar o a cuestionar nuestro trabajo. A estos padres y madres, lo primero que tenemos que hacer es darles las gracias por estar en el colegio y que nos sentimos muy complacidos de ver que son unos padres que aman a sus hijos y que se preocupan por ellos y debemos darles una respuesta y una explicación a sus inquietudes. Cuando actuamos de esta manera integradora y de reconocimiento, estamos logrando que los padres y madres se vinculen a la escuela, desde su lugar de padres y madres.
Por lo tanto, el lugar de los padres es el hogar y la mejor manera de vincularlos a la escuela, es que nosotros respetemos la manera como ellos lo hacen en la casa y no interfiramos en este campo, porque ese no es el ámbito que a nosotros como docentes nos corresponde.
¿Cuál es el lugar del maestro en la escuela? El lugar del maestro en la escuela es EL AULA, por lo tanto nuestra tarea principal es enfocarnos en los alumnos pero dentro del
ámbito educativo, logrando que cada uno de ellos alcance sus competencias académicas, prestándole gran atención al rendimiento de nuestros estudiantes y estando conscientes de que como profesor, si alguno de mis alumnos reprueba, yo soy un docente que fracasa.
Si bien es cierto que dentro del salón de clases tenemos un abanico de estudiantes, en donde unos salen adelante con más facilidad que otros, el maestro, debe enfocarse más en el alumno que reprueba y debemos lograr que ese estudiante aprenda, que adquiera o logre los contenidos básicos e imprescindibles de cada grado, que alcance el perfil esperado que él o ella debe tener para iniciar el grado siguiente. Por esta razón, es que al finalizar cada año escolar, el docente debe analizar y pensar que si culminó el año con aunque sea un estudiante reprobado, eso implica que el fracaso no es solo del alumno, sino que como docente también fracasó, porque no logró que aprendiera. De manera tal, que los docentes tienen que encargarse de que el estudiante aprenda, que trabaje en el aula, porque trabajando va a aprender.
¿Cuál es el lugar del maestro con los padres y madres de familia? Como maestros, debemos tener siempre presente que tenemos que estar centrados en atender a LOS ALUMNOS, porque ese es nuestro lugar. Sin embargo, tenemos que generar vínculos que nos permitan trabajar con los principales educadores de esos niños y jóvenes, que son sus padres y madres y la mejor manera de hacerlo, es reconocer de corazón que cada padre y madre lo ha hecho bien, porque lo que nos interesa principalmente a los docentes, es que el estudiante esté en la escuela, porque cada familia tiene su realidad de vida, sus dinámicas de funcionamiento en la casa y es por ello que los educadores, debemos pensar que como cada padre y madre lo hace con sus hijos, es la forma más maravillosa que ellos encontraron para que esa familia funcionara, por lo tanto nosotros no debemos pensar que ellos lo están haciendo mal, porque estaríamos juzgando desde nuestras creencias y cada familia tiene su manera única de desarrollarse.
Los docentes debemos centrarnos en apoyar a los padres y madres y verlo desde una mirada mucho más amorosa, basada en que el solo hecho de que estén mandando a sus hijos al colegio, tiene que tener un valor para nosotros y siempre nos tenemos que poder al lado de los padres y no comprarle a los estudiantes los comentarios que ellos hacen relacionados con que sus padres no los quieren o que a sus padres no les interesan ellos. Ante este tipo de comentarios, los maestros debemos dar respuestas que fortalezcan a los padres. Por ejemplo: ¿cómo que tu papá no te quiere?, ¿quién te paga la escuela, te alimenta, te compra tus útiles y lo que necesitas para vivir?, es él, perfectamente si no te amara tanto, no lo haría, porque nadie invierte tanto en una persona si no la ama. El otro ejemplo típico, es el estudiante que dice no tener papá o mamá, los docentes debemos ser muy cuidadosos con esto y siempre fortalecer el amor a sus padres, nuestro asunto no está en opinar o juzgar si ellos lo están haciendo bien. Cuando un estudiante nos diga que no tiene papá o mamá, porque no se ocupan de ellos, tampoco debemos comprarle esa idea , solidarizarnos con ellos y victimizarlos, porque esto no los ayuda a salir adelante, ante estos casos simplemente se les dice: “da gracias a Dios que estás vivo, que gracias a eso que tú has vivido diferente a los demás, tú has aprendido cosas que los
demás no han aprendido, ni vivido, cosas que los que tienen papá y mamá no lo han podido aprender. De esta manera les damos lugar a los padres y fortalecemos a los estudiantes como personas.
Geraldine J. Lange Rodríguez
Lic. Educación Mención Cs. Sociales. UCAB- Venezuela
Lic. Educación Mención Cs. Sociales. UCAB- Venezuela
Msc. Dirección
de Centros Educativos. Centro Universitario Villanueva- Universidad Complutense, Madrid-España
Diplomada en
Pedagogía Sistémica –CUDEC- México - Fundación Internacional Planeta Libre- Cátedra de la UNESCO, UCV, Venezuela
Twitter:
@geralange
Blog de estrategias de Marketing y Dirección de Centros Educativos:
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