En la relación padres – hijo, el adulto se enfrenta a dos situaciones concretas ante todo lo que vea hacer o decir de su pequeño y estas situaciones son aceptación o no aceptación.
Ante ciertas conductas de los hijos, los padres se sienten no aceptantes de las mismas, afirmando en la mayoría de los casos que su hijo tiene un problema, pero en realidad ¿para su hijo esta conducta es un problema?, lamento decirles que no, es USTED quien tiene el problema y es por ello que accionará todas las estrategias que considere necesarias para cambiar esa conducta del chico, lo que en muchos casos termina dañando la relación.
A través de este articulo daremos una pequeña mirada a algunas herramientas eficaces tomadas del autor Thomas Gordon, en su libro “Padres eficaz y técnicamente preparados”.
Antes de profundizar un poco más en el tema, existe un elemento fundamental cuando hablamos del tema COMUNICACIÓN, ya que tendemos centrarnos en el mero hecho del acto comunicativo entre padres e hijos, en sus palabras y gestos, sin embargo, hay que profundizar e ir un poco más allá, poniendo la mirada en un inicio en los padres y en sus vivencias, ya que si sus propias necesidades están satisfechas, pueden apoyar y educar a sus hijos óptimamente. “Si el vaso de los padres está lleno, entonces pueden vaciar algo de los contenidos al vaso vacío de sus hijos”. Thomas Gordon.
Los padres satisfechos no tienen la necesidad de castigar a sus hijos. Los padres que han tomado y se han llenado de sus propios padres, son padres que están contentos con sus propias experiencias y son menos dependientes de la conducta y éxitos de sus de sus hijos.
El inicio de la transformación en esta interferencia en la comunicación, comienza por entender y tener consciente que LO QUE YO DIGO, NO ES LO QUE REALMENTE EL OTRO ENTIENDE. Si lo decimos de otra manera, podríamos afirmar: "Yo soy responsable de lo que digo, pero no soy responsable de lo que tú entiendes".
Por lo tanto, para llevar a cabo una comunicación armónica, debemos empezar por el hecho de aprender a escuchar , es decir, mantener una escucha activa ante lo que nuestro hijo nos está planteando, lo que nos va a permitir llegar a la esencia del mensaje y muy probablemente a la solución.
¿Cuándo utilizar la escucha activa?
- Cuando el niño revela un problema (el niño posee el problema)
- Cuando se muestran frustrados, confundidos, privados de algo, estos son problemas que le pertenecen al niño aunque los padres tienden hacerlos suyos.
- Cuando se habla de sentimientos.
¿Cómo se logra esta escucha activa? 1. Descifra el sentimiento que está detrás de sus palabras y respétalo.
2. Haz silencio, da espacio para que la otra persona pueda hablar sola. El otro lo que necesita es vaciarse, no está pidiendo nuestra opinión personal.
3. Demuestra que estás escuchando activamente.
4. Presta atención con los oídos, para captar lo que el otro dice y con los ojos, para descifrar el mensaje corporal.
5. Oye con el corazón.
6. Repíte a la persona lo que tú entendiste, verifica.
La escucha activa es comprender sin juicio, es estar presente, sin calificar, con actitud abierta, aceptando al otro, sin aconsejar, entendiendo su pensamiento y sintiendo sus sentimientos. En pocas palabras, es un intento de entender realmente el contenido y la emoción de lo que la otra persona está diciendo, es por ello que debemos prestar atención a los mensajes verbales y no verbales. No se trata de tiempo para planear una respuesta o transmitir la forma en que ud. se siente.
Cuando en medio de la conversación, en donde existe un problema para una de las partes, la otra parte interfiere ACONSEJANDO, MANDANDO, ADVIRTIENDO, PREDICANDO, PERSUADIENDO, JUZGANDO, CRITICANDO, ALABANDO, RIDICULIZANDO, PREGUNTANDO O INTERROGANDO: ¿por qué? ¿Cómo? ¿Quién? Lo único que ocasionamos es una interferencia en la comunicación y por ende la otra parte no se siente escuchada.
Es importante entender que estas respuestas típicas son barreras sólo cuando la otra persona está en el área de problema. Cuando simplemente conversan sobre cualquier tema, en la denominada área sin problema, estás barreras pierden este estigma y se convierten en adecuadas.
Una vez que hemos aprendido el arte de escuchar, el siguiente paso está en definir: ¿QUIÉN TIENE EL PROBLEMA?
En este punto invertimos mucho tiempo y energía, porque en la mayoría de los casos nos centramos en tratar de hacer ver al otro que es el culpable del conflicto y el otro asume a la vez la misma posición, entonces cómo sabemos quién tiene el problema? Hay una fórmula muy sencilla para descifrarlo, quien tiene el sentimiento molesto es quien tiene el problema y es quien está en el área del mismo, si ninguno de los dos tiene el problema, es cuando nos podemos comunicar.
¿CÓMO DETERMINO QUIÉN TIENE EL PROBLEMA?
1. ¿EL NIÑO TIENE EL PROBLEMA?: El Niño tiene un problema porque algo le impide satisfacer una necesidad. No es un problema de los padres, pues el comportamiento del niño no interfiere con sus propias necesidades. Aquí es adecuada la intervención de los padres a través de la escucha activa, cuando El Niño posee el problema.
2. NO EXISTE NINGÚN PROBLEMA EN LA RELACIÓN: El Niño satisface sus propias necesidades y su comportamiento no interfiere con las necesidades de sus padres.
3. EL PADRE POSEE EL PROBLEMA: El Niño satisface sus propias necesidades pero el comportamiento es un problema para el padre, ya que interfiere en la satisfacción de alguna necesidad de este.
¿QUÉ ACCIONES TOMAR? Existen acciones eficaces y acciones ineficaces, unas pueden contribuir a encontrar un solución y otras nos pueden conducir a mantener el problema o incrementarlo.
Acciones Ineficaces:
1. Antes de que El Niño muestre la conducta indeseada para los padres, estos se adelantan y comienzan a darles consejos o a enviarles mensajes con lo que debería, podría o tendría que hacer. Esto los niños no lo procesan, no lo entienden.
2. Utilizar mensajes humillantes, a través de los cuales los avergüenzan, los enjuician, los ponen en ridículo, son criticados o les generan culpa.
3. Las luchas de poder: el manejar la conversación con la finalidad de resolverlos a tu favor para ganar y que el otro pierda. Otros hacen que sus hijos o la pareja ganen constantemente por miedo al conflicto o la frustración de sus necesidades
Acciones Eficaces:
1. Conversar con tu hijo utilizando los mensajes YO: El mensaje YO dice algo de mí, se refiere a mí, es un menaje que expresa una verdad sobre mí, es una especie de auto apertura, da información de mí como individuo, como perdón y no como el rol de papá, mamá, esposa. Cuando me comunico a través de un mensaje yo, me muestro auténtico y congruente. Con este mensaje YO, es más fácil para los demás, el ver y oír lo que pasa en mi interior y saber quién y cómo realmente soy. Es hablar básicamente de mí y cómo me afecta a mí, no es hablar de tí. Ejemplo: “Me siento lastimada cuando no me contestas ni me miras cuando te hablo”. “Yo estoy preocupada, porque si tú no confirmas al invitado, mañana este programa puede quedar en blanco”
El mensaje YO tiene 3 partes: 1.- Descripción de la conducta sin culpar. 2.- Mis sentimientos. 3.- Los efectos o consecuencias
2. Evitar el menaje TÚ: es aquel mensaje en donde acusas al otro, casi siempre empieza por tú y aunque no se mencione la frase, viene implícita. Es un mensaje que acusa, critica, ataca verbalmente, es irrespetuoso.
3. Utilizar el método “nadie pierde”: los conflictos se resuelven sin que una de las dos partes salga ganando y la otra perdiendo.
¿Qué ventajas tiene este estilo de Comunicación?
- Provoca menos resistencia y rebeldía.
- Ayuda a que el niño madure, aprendiendo a asumir la responsabilidad de su propio comportamiento.
- Fomenta la sinceridad, ya que se refiere a uno mismo y tiende a influir en el niño para que transmita mensajes igualmente sinceros cada vez que sienta algo.
- Los sentimientos negativos tienden a desaparecer como por arte de magia, después que el niño o la persona expresó sus sentimientos y éstos fueron simplemente escuchados.
- Favorece a que los niños tengan menos miedo de los sentimientos negativos.
- Incentiva a que el niño resuelva sus problemas.
- Influye en que el niño tenga más deseos de escuchar las ideas y pensamientos de sus padres.
La fuente para la realización de este articulo, fue tomada del taller sobre "técnicas de comunicación", dictado por el Instituto Asgard a los estudiantes del nivel avanzado. Febrero 2105
Geraldine J. Lange Rodríguez
Lic. Educación Mención Cs. Sociales. UCAB- Venezuela
Msc. Dirección de Centros Educativos. Centro Universitario Villanueva- Universidad Complutense, Madrid-España
Diplomada en Pedagogía Sistémica –CUDEC- México - Fundación Internacional Planeta Libre- Cátedra de la UNESCO, UCV, Venezuela
Máster en Pedagogía Sistémica. CUDEC - México.
Terapeuta Familiar Sistémica - Consteladora Familiar. Instituto Asgard - Venezuela
geraldinelange@hotmail.com
Twitter: @geralange
Instagram: @geraldine_lange
riadasQcompbu Anthony Gleason https://wakelet.com/@gradregcobe232
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